Ruta Morrazo-Salnés 7 de Nadal.

Gracias Juan por el montaje y a todos por asistir a esta fiestecilla roadstera.

Los previos habían sido un poco irregulares, pero cuando se acercaba el día, Juan tiró de contactos, Gelo decidió a pegarse una panzada considerable para acompañarnos, y Uhia_p hizo dos mortales con tirabuzón, sorteando todos los obstáculos que impedían su asistencia. Así que con cena de amiguetes el día antes incluída y sin esposa, que se quedó trabajando en casa, agobiada por el trabajo de correcciones, a las 8:30 del domingo estoy listo para salir de ruta.

Somnoliento y con el estómago un pelín tocado, hago el chequeo de rigor : walkies con batería, cazadora, cartera, llaves, crema de sol -iluso-, usb con música, ayer llené el deposito,…

Arranco y lo primero que suena es musica de niños y dibujos animados: Real Gone, de la película Cars, interpretada por Sheryl Crow. Me encanta. Desde que vi a Rayo McQueen salir de su camión quedó grabada en mi cabeza como la banda sonora que asocia coches y emoción.

Con el ánimo subiendo, enfilo autovía y autopista, llegando al punto de encuentro con 20 minutos de antelación. Un Slk negro descansa solitario en el aparcamiento -Sospechoso- Aparco a su lado convencido de que es el de Gelo y saco la primera foto del día: Los Black Crows.

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Voy al bareto a buscar a Gelo. Dos personas solas en el bar. ¿Cuál de ellos? Pues está claro, el que va más abrigado y tiene cara de haber madrugado más. Nos presentamos y hablamos de lo de siempre: nuestros cochecitos, su historia, sus reparaciones, los coches de los vecinos,… Un té para apaciguar un poco las consecuencias del día anterior, mientras recibimos aviso de Juan. Están de camino, por Padrón. Uhia_p en Pontevedra. Vamos haciendo las cuentas de tiempos con calma, y salimos en el momento oportuno. Nos saludamos, nos presentamos, y al rato se completa el primer turno con el líder del Escuadrón de las Flechas Plateadas.

Canal 4, capotas fuera y carretera !!!! Dado su mayor conocimiento de la zona y la ruta, acabo de escaquear de mi papel de guía de grupo en favor de Uhía_p, así que cierro el grupo. Salimos de Marín y en lugar de ir por la pista de las playas, decide ir por la general. Menos vistas y menos badenes. El día está oscuro, pero por supuesto va a clarear ;-). Nos movemos con el mar a nuestra derecha, tapado a veces por la abundante vegetación con gran presencia de eucaliptos. El único pero de esta zona es que está muy urbanizada, con las consiguientes limitaciones de velocidad. Aun así, da para algunas alegrías, aparte del paisaje. Xeixo, Bueu, San Cibrán/Aldán,…¡¡¡¡¡¡ Que dejamos en tierra al coche decano de la concentración ¡!!!!!

Walkie, media vuelta como se puede, y aparcamos en el punto de encuentro del segundo turno. Un NA blanquito del año 94, de primera mano y más mimos que un hijo único, nos espera junto a Ignacio y Laura para desayunar. Tés, cafés, churros –normalitos- y deliciosas historias de conocidos restauradores de clásicos, que consiguen a un excelente mecánico inglés buscándole una novia gallega. Se fueron apuntando las maneras del examen sobre miatas y roadsters en general al que nos iba a someter Ignacio, para gran regocijo de nuestro Mazdatalibán.

Vamos en horario, así que sin prisa y sin pausa, me encamino al único disgusto del día: La terrorífica venganza de la(s) gaviota(s). Mi NC tiene quemaduras blancas de segundo y tercer grado en el 30 por ciento de su cuerpo. El único consuelo es que Gelo y Pedro, cada uno a un lado, no han sufrido daños. El ambiente en la zona había aumentado rápidamente. Se estaba preparando una carrera popular que podía interferir en nuestro itinerario. Salimos lo antes posible y después de un tramito divertido aparcamos en el mirador de Cabo Home.  Dejamos sin ver el Cruceiro de Hio, el más afamado de Galicia. Otro día será 😉

Con todo el adorno puesto, mi NC no tuvo que  suplicar mucho para despertar los instintos paternales de Uhia_p, que tiró de su kit de primeros auxilios de detallado para dejarlo en un estado más que aceptable.

La idea era dar un paseo disfrutando de las impresionantes vistas de las Cies y los acantilados, pero entre la atención médica básica, la charla y la cuesta, nos conformamos con el entorno cercano a la concha de acero inoxidable que adorna las rocas.

Y de nuevo en ruta. Un par de modificaciones sobre la marcha para solventar problemas en la inicialmente prevista. Menos mal que teníamos a Uhia, experto conocedor de la zona, que nos guió certeramente al inicio de un tramo de lujo : Moaña-Marín por la montaña. Al inicio de la subida, un SUV nos hizo felices… justo en el momento en que se apartó en un cruce, dejándonos vía libre para el ritmo intermedio SAS, más que suficiente para disfrutar de un firme en perfecto estado y unas atractivas trazadas. Por algún extraño misterio, siempre los tramos se quedan cortos, y en nada nos encontramos en maniobra de aproximación a Pontevedra, soportando con firme espíritu roadstero una lluvia que no llegó a mayores. Nos metemos al centro y atravesamos la Ría por el “Ponte da Barca”, con destino Combarro.

Destino turístico destacado, Combarro nos recibe con un señor ambientazo de domingo de puente. Se hace necesario ir al aparcamiento de pago, donde nos encontramos con un Mustang amarillo igualito al de Transformers.

Esta vez sí nos vamos de paseo. Como cualquier turista que se precie, callejeamos, sacamos fotos, rechazamos las ofertas de Albariño y todo tipo de licores de colorines, admiramos los hórreos, reconocimos el lugar exacto de la foto de la convocatoria, disfrutamos del mar, las piedras viejas y la gente. Unos vinitos y mostos acompañados de tapa de callos, que empezaba a haber hambre, y tocaba a retomar la ruta.

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En el aparcamiento, una agradable sorpresa. Entre el z3 de Juan y mi mx5 se acomodó un señor Honda s2000 con encanto, a pesar del hardtop. Parecía talmente parte de nuestra comitiva, tan bien acompañado. Por supuesto se le dejó una tarjetita de invitación al RSC, gentileza de Uhia_p ;-).

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Monte Escusa, allá vamos !!! . Después de desandar un poco de camino, nos metemos directos al último tramo de la jornada, que se da bastante bien, aunque se echó en falta un pelín más de pegada. Empiezo a albergar ideas peligrosas de desconectar el control de tracción…Menos mal que de momento se impone la razónJ.

De nuevo vistas espectaculares, foto de familia con las tres generaciones de Mazda en amor y compañía con los tres alemanes.

Tan poca prisa había que llegamos tarde a comer. La comida –por lo menos lo que me tocó a mí- me pareció excelente. Eso sí, fue un poco lenta, y el postre acabó con mi maltrecho estómago puff, menudo empacho.

La sobremesa super agradable, un poco monotemática –ya se sabe de que- excepto por el pequeño Nicolás. Morgan y las hayas de las Árdenas, Porsche, miatas, BMWs de culo gordo, llantas que se compran y se esconden las viejas para evitar represalias conyugales –o esto era en combarro?- , la vida en los setenta, los yates que se veían en el puerto, y los miateros incordiando al decano de los mx5 para que preserve como oro en paño su NA y se compre un ND, que nos morimos de ganas de ver en vivo.

Se nos hizo de noche, con lo que el apartado de admiración y sobamiento de coches quedó un un poco escaso, ya que empezaba a haber prisa por enfilar para casa.

En el camino de vuelta decido pasar de la autovía/autopista y paso por Carril, paro a descapotar porque me muero de sueño y empacho y disfruto del tramo nocturno a cielo abierto. El último sorbo del día. Sabe bien también. Ya en casita, aun da tiempo a pasear a nuestra mascota de tracción trasera y bajar un poco las chichas.

 

¿Y la próxima cuando toca?

 

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